A fines de septiembre se estrenó en Netflix Misa de medianoche, la nueva miniserie de Mike Flanagan (Doctor sueño) para el streaming. Protagonizada por Hamish Linklater (The stand), Zach Gliford (Good girls) y Kate Siegel (Silencio), entre otros/as, esta producción de siete episodios nos ofrece un recorrido por un terror con elementos tradicionales, sin perder el sello del realizador.
Misa de medianoche nos traslada a la decadente y pequeña localidad insular de Crockett, cuyas divisiones se comienzan a evidenciar con el coincidente regreso de un joven caído en desgracia y un nuevo sacerdote. No obstante, junto con la llegada del carismático padre Paul comienzan a suceder milagrosos acontecimientos, lo que despertará el fervor religioso en la comunidad. Pero, ¿cuál será el costo que deberá asumir el pueblo por estos milagros?

Otro acierto de Flanagan
Mike Flanagan nos deleita con una historia que parece extraída directamente de la imaginación de un Stephen King inspirado. Con una narrativa que se cocina a fuego lento, llena de simbolismos religiosos y poderosos diálogos, la serie nos lleva a explorar el terror tanto desde lo sobrenatural como desde lo humano, llegando por momentos a ser realmente escalofriante.
Además, como es habitual en los trabajos del director, y se puede evidenciar en producciones como La maldición de Hill House o La maldición de Bly Manor, se da el lujo de inyectar con éxito componentes dramáticos y reflexiones sobre tópicos complejos (en este caso la religión) a la trama, lo que le aporta una mayor solidez al argumento.

Personajes bien trabajados
Otro aspecto notable de Misa de medianoche es la construcción de sus personajes. A lo largo de sus siete episodios, la serie se toma el tiempo de trazar el arco de cada uno de sus personajes más relevantes de manera brillante. De este modo, en la medida que nos vamos acercando al clímax de la historia se va generando la necesidad de saber qué pasará con cada uno de los y las protagonistas, lo cual nos lleva a prestar atención hasta el último minuto del capítulo final.
Una parte importante del mérito de sacar adelante la complejidad de los personajes es de los actores y actrices. La profundidad y significado de los diálogos con que cuenta la serie no serían nada sin el excelente trabajo de las y los intérpretes que hay detrás. Probablemente el mayor ejemplo de esto es lo hipnóticos e intensos que llegan a ser los sermones del padre Paul (Hamish Linklater).

Destacan también Kate Siegel como la encantadora y sufrida Erin Greene; Zach Gliford quien interpreta al atormentado Riley Flynn; Rahul Kohli, quien da vida al conflictuado Sheriff Hassan y Samantha Sloyan como la fanática religiosa Bev Keane, una mujer rígida, tan insufrible como implacable. En general, es bastante poco lo que se le puede reprochar al reparto.
Indudablemente Misa de medianoche se suma a la lista de grandes trabajos de Mike Flanagan con Netflix. Tal vez no alcanzó el revuelo de las anteriores producciones del director para el gigante de streaming, sin embargo, la gran calidad de su realización hace de ella una serie que los y las fans del terror simplemente no pueden dejar pasar.