La Nochebuena es mi condena (Tudo Bem No Natal Que Vem), es una película brasileña estrenada en Netflix el pasado 3 de diciembre. En esta review comentaremos sobre esta divertida y emotiva comedia navideña.
Todos los días son Nochebuena
Jorge (Leandro Hassum) odia la Navidad, no solo por todo lo que conlleva, sino también porque es su cumpleaños. A pesar de eso, debe cenar todos los años junto a la familia de su esposa Laura (Elisa Pinheiro), quienes no le agradan del todo.

En la necesidad de tener un Santa Claus para que visite a los niños, Laura le pide a Jorge que se disfrace. Jorge acepta a regañadientes, sin embargo, se queja durante todo el proceso causando que el abuelo de su esposa, quien lleva años sin hablar, le diga que ahora aprenderá la importancia de esta fecha. Luego del impacto por la reacción del abuelo, Jorge sube al techo para simular ser Santa, pero sufre un accidente y cae mientras todos lo ven.
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Al despertar del día siguiente, Jorge piensa que es 25 de diciembre, no obstante, nuevamente es 24 de diciembre. Ha pasado un año y Jorge sólo recuerda la Nochebuena pasada y esto se repetirá cada día de su vida.
Leandro Hassum el responsable del humor
Lo interesante de la película es que inicialmente comienza siendo narrada por su protagonista y nos muestra sus recuerdos en torno a la fecha. Este recurso hace que se parezca mucho a las comedias norteamericanas, pero al mismo tiempo, recuerda a una obra de teatro cuando se nos presenta la misma dinámica familiar una y otra vez.

Por otro lado, cada personaje cumple un rol importante en esta interminable historia. Además, cabe mencionar que hay un gran trabajo en la interpretación de cada uno, especialmente su protagonista. El humorista Leandro Hassum carga casi en totalidad con las escenas cómicas y lo logra a la perfección, especialmente en aquellas situaciones cotidianas con las que podemos vernos identificados. Sin embargo, también es capaz de llevarnos a situaciones sumamente emotivas y sacarnos más de una lágrima.
Valorar a nuestros seres queridos
Como lo plantea la película, la Navidad puede no ser muy emocionante para algunos. Por lo tanto, desde el humor, se nos presentan muchas situaciones con las que nos podemos identificar. Largas filas del supermercado, familiares desagradables, un tráfico terrible y, para quienes vivimos en el hemisferio sur, la intensa ola de calor. Lidiar con tanto en un solo día puede hacernos odiar estas fechas y más aún cuando cada año se repite de la misma manera. Sin embargo, el motivo principal por el que decidimos celebrar es para compartir con nuestras familias. Y, para Jorge, esta experiencia le hará aprender a apreciar a sus seres queridos.

Para Jorge tener que celebrar Nochebuena cada día se vuelve insostenible y más aún sabiendo que no recuerda el resto del año. Su actitud respecto a estar atrapado en este día hace que decida no celebrar más, alejándose de su familia. Como consecuencia, comienza a perderse de acontecimientos importantes, además esta decisión no solo lo aleja de su familia en Navidad, sino también todo el año.
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La Nochebuena es mi condena nos invita, a través de su protagonista, a reflexionar sobre nuestros seres queridos. Quienes están hoy junto a nosotros, puede que mañana no lo estén, por lo tanto es importante expresarles hoy nuestro afecto y dejar de lado nuestro egoísmo, aunque sea una vez al año.