Es, realmente, una oda. El documental neerlandés Gatos: una oda al amor gatuno está planteado como una admiración y una exaltación a las diversas cualidades que caracterizan a los felinos domésticos. Su cotidianidad, sus personalidades y su relación con el entorno son parte de este reciente estreno de Netflix.
Dividido en secciones y con un ritmo ágil, este proyecto sigue principalmente la historia de Abatutu, el gato más famoso de Países Bajos. Saliendo del esquema habitual y realista del tono documental, aquí este felino tiene una voz humana que relata su vida y que guía al espectador a lo largo del metraje. “Le pedí a todos los gatos que me enviaran videos de momentos emocionantes, graciosos, tristes o conmovedores de sus vidas”, dice en los primeros minutos.

Un personaje único
El documental se construye con los múltiples videos que recibió el equipo y con el relato de la biografía de Abatutu. El mayor atractivo del resultado es, precisamente, este personaje. Su perfil único y su particular forma de relacionarse con el mundo invitan a seguir su historia.
Abatutu llegó de una granja a la ciudad. Es conocido por salir en revistas, hacer publicidad, pasear libremente por las calles, relajarse escuchando instrumentos musicales e, incluso, por haber participado en una ópera con escenas en vivo. También se sube a barcos y camina en medio de la marcha del Pride.
El documental muestra cómo disfruta de cada una de esas actividades, lo que lo hace tan particular y lo que permite entender, desde el punto de vista autoral, que no estaría siendo explotado. Su familia plantea que tiene esa libertad porque lo dejaron “ser gato, ser animal”.

El relato cruza la historia de su protagonista con imágenes de decenas de gatos que exponen la relación con los humanos, con los perros, con el agua y con otros animales; siempre con una fuerte musicalización en cada secuencia.
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Gatos: una oda al amor gatuno está concebido desde la exposición de temas y situaciones. No es particularmente profundo, pero presenta buenos personajes y genera empatía y representación, principalmente para quienes admiran a los felinos.
Tampoco aborda otras temáticas que pueden afectar a estos animales, como el abandono o las enfermedades, por ejemplo. Sin embargo, aunque puede carecer de un discurso mayor, su formato y su enfoque no necesitan más que esa mirada positiva. Funciona como un producto entrañable y entretenido.